El proceso funciona mediante la emisión de pulsos de luz láser que penetran la piel y descomponen los pigmentos de la tinta en partículas diminutas. Con cada sesión, el sistema inmunológico de tu cuerpo elimina estas partículas de manera natural, logrando que el tatuaje se desvanezca progresivamente.
Selección de Longitud de Onda: Dependiendo del color del tatuaje, se selecciona una longitud de onda específica del láser que se absorbe mejor por el pigmento.
Emisión de Pulsos de Luz: El láser emite pulsos ultracortos de luz intensa que descomponen el pigmento sin dañar la piel circundante.
Proceso Gradual: El tatuaje se desvanece gradualmente con cada sesión, permitiendo que la piel se recupere entre tratamientos y minimizando riesgos de cicatrices.
El número de sesiones necesarias varía según el tamaño, color y antigüedad del tatuaje, pero nuestro equipo te guiará durante todo el proceso. Después de cada sesión, proporcionamos recomendaciones específicas para el cuidado de la piel, garantizando una recuperación óptima y segura.
Después del tratamiento, limpia suavemente la zona tratada con agua tibia y un jabón suave. Seca la piel con una toalla limpia, dando pequeños toques sin frotar.
Tu especialista te recomendará una pomada específica, generalmente con propiedades antibacterianas, para evitar infecciones. Aplica una capa fina sobre la zona tratada según las indicaciones.
Durante las primeras 24 horas, cubre la zona con un vendaje estéril para protegerla de la fricción y la exposición a contaminantes.
La piel tratada será más sensible a la luz solar. Evita la exposición directa al sol durante al menos 2 semanas. Si es necesario salir, utiliza un protector solar de amplio espectro (SPF 30 o mayor) en la zona tratada.
Es posible que la piel tratada forme costras o ampollas. No las rasques ni las frotes, ya que esto podría causar cicatrices o infecciones. Deja que se curen naturalmente.
Bebe suficiente agua para ayudar a tu cuerpo a eliminar las partículas de tinta descompuestas. Mantener la piel hidratada desde el interior promueve una mejor cicatrización.
Durante las primeras 48 horas, evita el ejercicio físico intenso que pueda provocar sudoración excesiva o fricción en la zona tratada.
Asiste a las citas de seguimiento y consulta con tu especialista ante cualquier duda o signo de infección (como enrojecimiento, hinchazón o dolor inusual).
“El cuidado de la piel después de una sesión de eliminación de tatuajes con láser es crucial para asegurar una buena recuperación y minimizar el riesgo de efectos secundarios”